Efectos de los inhibidores SGLT2: deshidratación, mareos y presión arterial

Efectos de los inhibidores SGLT2: deshidratación, mareos y presión arterial nov, 13 2025

Calculadora de Riesgo de Deshidratación con Inhibidores SGLT2

Esta herramienta te ayuda a evaluar tu riesgo de deshidratación y mareos al tomar inhibidores SGLT2. Según el artículo, estos medicamentos causan diuresis osmótica, lo que puede llevar a deshidratación, mareos y caída de presión arterial. Responde las siguientes preguntas para conocer tu nivel de riesgo.

Resultados de Evaluación

Si estás tomando un medicamento como Jardiance, Farxiga o Invokana para la diabetes, es posible que hayas notado que te sientes más seco de lo normal, te mareas al levantarte o que tu presión arterial ha bajado. Estos no son efectos secundarios menores ni coincidencias. Son consecuencias directas de cómo funcionan los inhibidores SGLT2. Estos fármacos no solo bajan el azúcar en sangre: actúan como diuréticos naturales, y eso cambia todo en tu cuerpo.

¿Cómo funcionan realmente los inhibidores SGLT2?

Los inhibidores SGLT2 -como empagliflozin, dapagliflozin, canagliflozin y ertugliflozin- no son solo pastillas para la diabetes. Su mecanismo es sorprendentemente sencillo: bloquean una proteína en los riñones llamada SGLT2, que normalmente reabsorbe la glucosa que se filtra en la orina. Al impedirlo, el cuerpo elimina hasta 70-100 gramos de azúcar al día por la orina. Pero no solo se pierde azúcar: también se pierde sodio, y con él, mucha agua.

Esto crea lo que los médicos llaman una diuresis osmótica: el agua sigue al azúcar y al sodio que salen del cuerpo. En la primera semana de tratamiento, muchas personas pierden entre 1 y 1.5 litros de líquido. Eso equivale a una pérdida de peso de 1.5 a 2.5 kg, que no es grasa, sino agua. Y esta pérdida de volumen es la raíz de los tres efectos que más preocupan: deshidratación, mareos y bajada de presión arterial.

La deshidratación no es un efecto secundario leve

La deshidratación por inhibidores SGLT2 no es algo que pase solo a personas que olvidan beber agua. Es un efecto farmacológico predecible. En estudios clínicos, entre el 1.3% y el 2.8% de los pacientes que toman estos medicamentos sufren eventos relacionados con pérdida de volumen, como mareos severos, bajada de presión o incluso hospitalización. Con canagliflozin, el riesgo es hasta un 70% más alto que con placebo.

¿Quiénes están en mayor riesgo? Los mayores de 65 años, quienes ya tienen presión arterial baja, los que toman diuréticos como furosemida, y los que tienen problemas renales. En personas con función renal reducida (eGFR entre 30 y 60), el riesgo se duplica. También es más común en climas calurosos, durante ejercicio intenso o si tienes una infección con vómitos o diarrea.

Los síntomas son claros: boca seca, orina oscura, sensación de debilidad, piel que no se vuelve a su lugar al pincharla. Si notas esto, no lo ignores. Beber más agua ayuda, pero no siempre es suficiente. En algunos casos, el médico puede necesitar reducir la dosis o suspender temporalmente el medicamento.

¿Por qué te mareas al levantarte?

El mareo que sientes al levantarte de la cama o de una silla no es solo miedo a caerte. Es hipotensión ortostática: tu presión arterial cae demasiado rápido cuando cambias de posición. Esto pasa porque el cuerpo ha perdido volumen de líquido y no puede ajustar la presión lo suficientemente rápido.

Estudios muestran que entre el 3.5% y el 5.8% de los pacientes que toman SGLT2 inhibitors reportan mareos, frente al 2.5%-3.2% en quienes toman placebo. El 63% de esos mareos están directamente relacionados con una bajada de presión al ponerse de pie. Y no es solo un problema pasajero: el 78% de los casos ocurren en las primeras 4 semanas de tratamiento, justo cuando el cuerpo está ajustándose a la pérdida de líquido.

Si tienes más de 75 años, ya tienes presión baja (menos de 130 mmHg) o tomas otros medicamentos para la presión -especialmente diuréticos-, tu riesgo de mareos se triplica. En un estudio, el 12.7% de los pacientes con presión sistólica inicial menor a 120 mmHg tuvieron cambios ortostáticos significativos. Eso significa que, si ya tienes presión baja, este medicamento puede empeorarla.

Anciano al levantarse con presión arterial baja y ondas de presión visuales, estilo Kentaro Miura.

La presión arterial baja: un efecto terapéutico con riesgos

Aquí hay una paradoja: los inhibidores SGLT2 bajan la presión arterial, y eso es bueno. Mucho mejor de lo que muchos creen. En ensayos clínicos, empagliflozin reduce la presión sistólica en 4-6 mmHg y la diastólica en 1-2 mmHg en solo dos semanas. Esto no es casualidad: es el resultado de una doble acción. Por un lado, pierdes líquido (menos volumen en las venas = menos presión). Por otro, tus arterias se relajan, mejorando la función del endotelio y reduciendo la rigidez arterial.

Esto explica por qué estos medicamentos han cambiado el tratamiento de la insuficiencia cardíaca. No importa si tienes diabetes o no: si tienes el corazón débil, los inhibidores SGLT2 reducen el riesgo de muerte cardiovascular en un 17-25%. Eso es como salvar 6 vidas por cada 100 pacientes tratados durante 18 meses. Pero ese mismo efecto que salva vidas también puede hacerte sentir débil si no lo manejas bien.

La clave está en el equilibrio. La presión baja es un signo de que el medicamento funciona. Pero si cae por debajo de 90 mmHg, o si te mareas con frecuencia, es señal de que el cuerpo no puede adaptarse. En esos casos, los médicos no siempre deben dejar de recetarlo. A veces, simplemente reducen la dosis de los diuréticos que ya estabas tomando, o ajustan otros medicamentos.

¿Qué puedes hacer para evitar estos efectos?

No necesitas dejar de tomar el medicamento. Pero sí necesitas actuar con inteligencia.

  1. Bebe más agua. Añade al menos 500 ml extra al día, especialmente en verano, al hacer ejercicio o si tienes fiebre. No esperes a tener sed: en personas mayores, la sed se apaga con la edad.
  2. Evita cambios bruscos de postura. Al levantarte, hazlo despacio. Siéntate primero en el borde de la cama, espera 30 segundos, luego ponte de pie.
  3. Controla tu peso semanalmente. Una pérdida repentina de más de 2 kg en una semana puede ser señal de deshidratación excesiva.
  4. Revisa tu presión arterial en casa. Si tienes un tensiómetro, mide tu presión al levantarte y al estar sentado. Una bajada de más de 20 mmHg en la sistólica o 10 mmHg en la diastólica al ponerse de pie es una señal de alerta.
  5. Comunica cualquier síntoma a tu médico. No esperes a que empeore. Si te mareas con frecuencia, tu médico puede reducir la dosis del SGLT2 inhibitor (por ejemplo, de 25 mg a 10 mg de empagliflozin) o ajustar otros fármacos.

Un estudio con 214 endocrinólogos reveló que el 84% revisa la presión ortostática en la primera cita de seguimiento, que suele ser a los 7-10 días de empezar el medicamento. Eso no es rutina: es prevención.

Riñón como campo de batalla mecánico con inhibidores SGLT2 y flujo de glucosa, estilo Kentaro Miura.

¿Cuándo debes preocuparte?

No todos los mareos o sequedad son peligrosos. Muchos pacientes (más del 60%) experimentan mareos leves que desaparecen en 2-4 semanas. Pero hay señales de alarma:

  • Confusión o dificultad para pensar claramente
  • Pulso rápido y débil
  • Orina muy oscura o escasa durante más de 24 horas
  • Dolor en el pecho o dificultad para respirar
  • Caídas o pérdida de equilibrio

Si tienes alguno de estos síntomas, llama a tu médico o acude a urgencias. La deshidratación severa puede llevar a daño renal agudo, especialmente si ya tienes problemas renales.

El futuro de estos medicamentos

Desde 2023, los inhibidores SGLT2 ya no son solo para la diabetes. Las guías europeas y americanas los recomiendan como tratamiento de primera línea para insuficiencia cardíaca, incluso si no tienes diabetes. También se usan para proteger los riñones en personas con enfermedad renal crónica. Su impacto es tan grande que en 2022 generaron más de 11 mil millones de dólares en ventas globales.

Pero ahora que hay versiones genéricas disponibles en Europa, más gente los tomará. Y eso significa que más personas necesitan entender cómo manejarlos. No son medicamentos que se toman sin pensar. Son herramientas poderosas, pero requieren atención. La clave no es evitarlos, sino usarlos con conocimiento.

¿Puedo seguir tomando inhibidores SGLT2 si tengo presión arterial baja?

Sí, pero con precaución. Si tu presión sistólica es menor a 120 mmHg, el riesgo de mareos y deshidratación aumenta. Tu médico puede empezar con una dosis más baja (por ejemplo, 10 mg en lugar de 25 mg de empagliflozin) y monitorearte más de cerca. En muchos casos, los beneficios cardiovasculares superan los riesgos, pero solo si se gestiona bien.

¿Por qué me siento más sediento si el medicamento me hace perder líquido?

La sed aumenta porque tu cuerpo está perdiendo glucosa y sodio, lo que altera el equilibrio de electrolitos y activa las señales de sed. Pero en personas mayores, el mecanismo de sed se debilita. Por eso, no puedes confiar en la sed como guía: debes beber agua regularmente, incluso si no la sientes.

¿Debo dejar de tomar el medicamento si me mareo?

No necesariamente. El mareo suele ser temporal y mejora en 2-4 semanas. Lo primero que hace el médico es revisar si estás tomando otros diuréticos o medicamentos para la presión. A veces, basta con reducir la dosis de esos fármacos. En muchos casos, se puede seguir con el SGLT2 inhibitor, pero ajustando otros tratamientos.

¿Puedo tomar estos medicamentos si tengo problemas renales?

Sí, y de hecho, son muy útiles para proteger los riñones en enfermedad crónica. Pero si tu función renal está muy reducida (eGFR menor a 30), el efecto diurético puede ser más fuerte y aumentar el riesgo de deshidratación. En esos casos, el médico evalúa riesgo-beneficio cuidadosamente y puede ajustar la dosis o elegir otro medicamento.

¿Cuánto tiempo tarda en hacer efecto la bajada de presión?

La bajada de presión empieza en los primeros días, pero se estabiliza entre 1 y 2 semanas. La pérdida de peso por líquido ocurre en la primera semana, y la mejora en la rigidez arterial se nota después de 8-12 semanas. Por eso, se recomienda revisar la presión a los 7-10 días de empezar el tratamiento.

¿Qué pasa si me pongo enfermo con vómitos o diarrea?

Detén temporalmente el medicamento. Durante enfermedades agudas con pérdida de líquidos, el riesgo de deshidratación severa aumenta mucho. No lo vuelvas a tomar hasta que te recuperes y hayas vuelto a hidratarte bien. Consulta a tu médico antes de reanudarlo.

¿Qué sigue después?

Si estás tomando un inhibidor SGLT2, no lo veas como un medicamento más. Es una herramienta que cambia cómo tu cuerpo maneja el agua, el azúcar y la presión. Puede salvarte la vida, pero también puede hacerte sentir mal si no lo manejas con cuidado. Lo más importante no es el fármaco en sí, sino cómo lo usas. Habla con tu médico, sigue los consejos, escucha a tu cuerpo. Y no dejes de tomarlo solo por miedo: muchos pacientes que lo abandonan por mareos pierden los beneficios cardiovasculares que podrían haberlos protegido durante años.