Influenza vs. COVID-19: Pruebas, Tratamientos y Recomendaciones de Aislamiento 2025
nov, 25 2025
En la temporada 2024-2025, algo inesperado ocurrió: por primera vez desde el inicio de la pandemia, la influenza causó más hospitalizaciones y muertes que el COVID-19 en Estados Unidos. Durante la semana que terminó el 25 de enero de 2025, casi el 1.7% de todas las muertes en el país se atribuyeron a la gripe, frente al 1.5% al COVID-19. Esto no fue un error. Fue el resultado de una ola de gripe sin precedentes, impulsada por la cepa H1N1 pdm09, mientras que la variante XEC de SARS-CoV-2, aunque aún circulaba, mostró una menor agresividad en la población general. Pero eso no significa que puedas tratarlas igual. La influenza y el COVID-19 son enfermedades distintas, con diferencias clave en cómo se prueban, cómo se tratan y cómo se aíslan. Confundirlas puede tener consecuencias reales.
¿Cómo saber si es gripe o COVID-19? No confíes solo en los síntomas
Los síntomas iniciales de ambos virus son casi idénticos: fiebre, tos, dolor de garganta, fatiga, dolores musculares. Pero hay señales que sí distinguen a uno del otro. La pérdida del gusto o el olfato sigue siendo un indicador casi exclusivo del COVID-19. Ocurre en entre el 40% y el 80% de los casos, mientras que en la gripe, solo afecta al 5-10%. Si alguien pierde el sentido del olfato sin haberse resfriado, lo más probable es que sea COVID-19. Por otro lado, la gripe suele venir con un estallido repentino. Los síntomas aparecen entre 1 y 4 días después de la exposición. El COVID-19, especialmente con la variante XEC, tarda más: entre 2 y 14 días. Esto hace que la prueba temprana sea más difícil.
En la práctica, muchos pacientes llegan al hospital con fiebre y tos, y los médicos no pueden diferenciarlos visualmente. Un estudio de la Asociación Estadounidense de Hospitales en febrero de 2025 mostró que el 68% de los clínicos tuvieron dificultades para distinguirlas. Las pruebas rápidas de antígenos, que dan resultados en 15 minutos, tienen una sensibilidad del 75-85% para la gripe y del 80-90% para el COVID-19. Eso significa que una prueba negativa no descarta la enfermedad. Por eso, en los departamentos de emergencia, ya es estándar usar pruebas multiplex que detectan influenza A/B, SARS-CoV-2 y RSV al mismo tiempo. Estas pruebas reducen los tiempos de diagnóstico en casi dos días. Si tienes síntomas respiratorios y vives en una zona con brote, no esperes a que empeore. Pide una prueba combinada.
Pruebas: ¿Cuál usar y cuándo?
Las pruebas rápidas de antígenos son accesibles y útiles, pero no son infalibles. Si la prueba es negativa y sigues sintiéndote mal, especialmente si tienes factores de riesgo (como más de 65 años, diabetes, enfermedad pulmonar o sistema inmunitario debilitado), deberías pedir una prueba PCR. La PCR detecta el material genético del virus con mucha más precisión. Es más lenta -puede tardar 24 a 48 horas-, pero es la referencia de oro.
En la temporada 2024-2025, el 87% de los hospitales en EE.UU. implementaron pruebas multiplex de PCR. Estas pruebas no solo identifican qué virus tienes, sino que también pueden detectar co-infecciones. Por ejemplo, la gripe a menudo viene acompañada de bacterias como Streptococcus pneumoniae. El COVID-19 rara vez causa esto. Si tienes neumonía mixta, es casi seguro que es gripe. Eso cambia el tratamiento. Los centros de salud ya no prueban uno por uno. Prueban todos a la vez. Si estás en una clínica y te dicen que solo te harán una prueba de COVID-19, pregunta si pueden hacer una prueba combinada. Es más eficiente y te da respuestas más claras.
Las pruebas en casa también han mejorado. El test BinaxNOW, que detecta influenza y COVID-19 juntos, logró una sensibilidad del 89% en estudios de la FDA en diciembre de 2024. Si tienes uno en casa, úsalo. Pero recuerda: una prueba negativa en casa no es una garantía. Si los síntomas persisten, busca atención médica.
Tratamientos: Qué funciona y cuándo empezar
La clave para tratar la influenza es la velocidad. Los antivirales como el oseltamivir (Tamiflu) son más efectivos si se toman dentro de las 48 horas posteriores al inicio de los síntomas. En la temporada 2024-2025, el CDC reportó que su uso temprano redujo las hospitalizaciones en un 70%. Pero solo el 63% de los pacientes hospitalizados con gripe recibieron este medicamento a tiempo. ¿Por qué? Porque muchos no lo identificaron a tiempo. Si tienes fiebre alta, dolor intenso y te sientes como si te hubieran golpeado con un camión, no esperes dos días. Ve a la clínica y pide una prueba y, si es gripe, pide el antiviral.
Para el COVID-19, el tratamiento principal sigue siendo Paxlovid (nirmatrelvir/ritonavir). Este medicamento reduce en un 89% el riesgo de hospitalización si se toma dentro de los 5 días posteriores a los síntomas. Pero su uso ha sido irregular. Solo el 41% de los pacientes hospitalizados con COVID-19 lo recibieron dentro del plazo recomendado. Una razón: los médicos no lo recetan a todos. Solo a quienes tienen alto riesgo: personas mayores, con enfermedades crónicas, inmunodeprimidas. Si eres joven y sano, probablemente no te lo darán, porque tu cuerpo puede combatirlo solo. Pero si tienes diabetes, asma o has tenido un trasplante, no lo dudes. Pídelo.
En la temporada 2024-2025, la FDA aprobó un nuevo antiviral para la gripe: un derivado de la zanamivir con una eficacia del 92% contra la cepa H1N1 pdm09. Aún no está disponible en todas partes, pero se está implementando en hospitales grandes. También se amplió la autorización de Paxlovid para incluir a pacientes con síntomas leves pero con factores de riesgo. No es para todos, pero sí para quienes más lo necesitan.
Un dato importante: los antibióticos no funcionan contra virus. Pero la gripe a menudo lleva a infecciones bacterianas secundarias. En estudios, el 38% de los pacientes con gripe hospitalizados recibieron antibióticos, frente al 22% con COVID-19. Si tu tos empeora después de 5 días, si tienes flema verde o amarilla, o si la fiebre vuelve, podrías tener una infección bacteriana. Eso sí requiere antibióticos. Pero no los tomes por tu cuenta. Pide un diagnóstico.
Aislamiento: Cuándo salir de casa y por qué no es lo mismo
El CDC recomienda 5 días de aislamiento para ambos virus. Pero ahí termina la similitud. Para la influenza, puedes salir después de 5 días si has estado 24 horas sin fiebre (sin usar medicamentos como el paracetamol). No necesitas una prueba negativa. El virus se deja de transmitir con más frecuencia después de esa semana.
Para el COVID-19, la regla es diferente. Después de 5 días, debes hacer una prueba rápida de antígeno. Si es negativa, puedes salir. Si es positiva, debes seguir aislado hasta que salga negativa. ¿Por qué? Porque el SARS-CoV-2, especialmente la variante XEC, puede persistir en el cuerpo más tiempo. La transmisión puede durar hasta 10 días, incluso si te sientes mejor. En hospitales, el 92% de los pacientes con COVID-19 requieren que el personal use mascarillas N95. Para la gripe, solo el 68%. Eso habla de la diferencia en riesgo.
Un estudio de Johns Hopkins mostró que el 74% de los pacientes se sintieron confundidos con la regla de 5 días. “Me sentía bien al día 4, pero la prueba seguía positiva. ¿Debo quedarme?” La respuesta es sí, si es COVID-19. No por el miedo, sino porque puedes contagiar a alguien vulnerable. La gripe es más rápida, pero el COVID-19 es más persistente. Aislar bien no es una sugerencia. Es una protección.
Quién está en mayor riesgo y por qué
El perfil de los pacientes hospitalizados ha cambiado. En la temporada 2024-2025, los pacientes con COVID-19 tenían más probabilidades de tener enfermedades crónicas: enfermedad renal, cáncer, enfermedades autoinmunes o estar tomando inmunosupresores. La gripe, en cambio, afectó más a personas sin enfermedades previas. El 42% de los pacientes con gripe no tenían antecedentes médicos, frente al 28% con COVID-19. Esto sugiere que la gripe sigue siendo un peligro para personas sanas, mientras que el COVID-19 sigue siendo más peligroso para quienes ya tienen problemas de salud.
La vacunación también juega un papel clave. El 67% de los pacientes con gripe habían sido vacunados en el año anterior, frente al 49% con COVID-19. Eso no significa que la vacuna de la gripe sea más efectiva. Significa que más gente la toma. En la temporada 2024-2025, la cobertura de vacunación contra la gripe fue del 52.6% en EE.UU., frente al 48.3% para la vacuna actualizada de COVID-19. Esa diferencia ayudó a reducir las muertes por gripe. Si no te has vacunado este año, aún estás a tiempo. Las vacunas no previenen todos los casos, pero sí evitan que te lleven al hospital.
Lo que no te dicen: problemas reales que enfrentan los pacientes
El mayor problema no es la enfermedad. Es el acceso. En EE.UU., el 87% de los pacientes con seguro comercial recibieron cobertura total para el Tamiflu. Pero solo el 63% lo hicieron para Paxlovid. Muchos tienen que pagar de su bolsillo más de 500 dólares por un curso. En España, el acceso es más uniforme, pero no es perfecto. En algunos hospitales, las pruebas combinadas aún no están disponibles en atención primaria. Si vives en una zona rural, puede que tengas que viajar horas para hacer una prueba multiplex.
También hay escasez. Durante diciembre de 2024 y enero de 2025, el 37% de los hospitales en EE.UU. reportaron falta de Tamiflu. No porque no se produzca, sino porque la demanda superó la oferta. Si tu médico te receta un antiviral y no lo encuentras, pregunta si hay alternativas. No te quedes sin tratamiento.
Y por último, la confusión. Muchos pacientes se sienten abandonados. “Me dijeron que era gripe, pero no me dieron nada”. O “Me dijeron que era COVID-19, pero no me dieron Paxlovid porque no soy mayor”. La realidad es que los protocolos están cambiando. Los médicos necesitan más formación. En 2025, los clínicos tuvieron que tomar entre 8 y 12 horas de capacitación adicional solo para entender las nuevas pautas. Si tu médico no te explica por qué te receta o no un medicamento, pide una explicación. Tienes derecho a saberlo.
¿Qué hacer ahora? Una guía práctica
- Si tienes fiebre, tos y dolor muscular: no esperes. Hazte una prueba combinada (influenza + COVID-19).
- Si la prueba es positiva para influenza: pide oseltamivir (Tamiflu) dentro de las 48 horas.
- Si la prueba es positiva para COVID-19 y tienes factores de riesgo: pide Paxlovid dentro de los 5 días.
- Si estás aislado por COVID-19: haz una prueba rápida en el día 5. Si es negativa, puedes salir. Si es positiva, sigue aislado.
- Si estás aislado por gripe: puedes salir después de 5 días y 24 horas sin fiebre, sin necesidad de prueba.
- Si te sientes peor después de 5 días: vuelve al médico. Podrías tener una infección bacteriana.
- Si tienes más de 65 años, diabetes, asma o inmunodepresión: vacúnate cada año. No lo pospongas.
La era de tratar la gripe y el COVID-19 como lo mismo terminó. Ya no es una guerra entre dos virus. Es una batalla contra dos enemigos que se parecen, pero que exigen respuestas distintas. Saber la diferencia no es solo una cuestión de ciencia. Es una cuestión de supervivencia.
¿Puedo tener influenza y COVID-19 al mismo tiempo?
Sí, es posible. Aunque es raro, algunas personas pueden estar infectadas con ambos virus al mismo tiempo, especialmente durante brotes simultáneos. Las pruebas multiplex de PCR pueden detectar ambos virus en una sola muestra. Si tienes síntomas graves o no mejoras con el tratamiento para uno de los virus, es importante descartar una co-infección. Los hospitales en EE.UU. reportaron casos de co-infección durante la temporada 2024-2025, y estos pacientes tuvieron tasas de hospitalización más altas.
¿La vacuna contra la gripe me protege del COVID-19?
No. La vacuna contra la influenza solo protege contra los virus de la gripe. No tiene ningún efecto contra el SARS-CoV-2. De la misma manera, la vacuna contra el COVID-19 no te protege de la gripe. Ambas vacunas son necesarias y deben administrarse por separado. En la temporada 2024-2025, los expertos recomendaron recibir ambas vacunas al mismo tiempo, en diferentes brazos, para maximizar la protección durante la temporada de resfriados.
¿Cuánto tiempo dura la contagiosidad de la gripe y del COVID-19?
La influenza es más contagiosa justo antes de que aparezcan los síntomas y durante los primeros 5-7 días después. Los niños pueden seguir transmitiendo el virus hasta 14 días. El COVID-19, especialmente la variante XEC, puede ser contagioso desde 2-3 días antes de los síntomas y hasta 8-10 días después. Algunas personas inmunodeprimidas pueden seguir siendo contagiosas por semanas. Por eso, el aislamiento para el COVID-19 requiere una prueba negativa, mientras que para la gripe basta con esperar 5 días y estar sin fiebre.
¿Por qué algunos pacientes con COVID-19 no reciben Paxlovid?
Paxlovid no se recomienda para todos. Está aprobado para personas con alto riesgo de complicaciones: mayores de 65 años, con obesidad, diabetes, enfermedad cardíaca, pulmonar o inmunodepresión. Si eres joven, sano y no tienes factores de riesgo, tu cuerpo puede combatir el virus sin medicamentos. Además, Paxlovid interactúa con muchos fármacos comunes, como ciertos anticoagulantes o medicamentos para el corazón. Por eso, los médicos evalúan cuidadosamente si es seguro prescribirlo. No es una negativa, es una precaución.
¿Qué debo hacer si no puedo encontrar Tamiflu o Paxlovid?
Si no encuentras Tamiflu, pregunta si hay otras opciones como zanamivir (en inhalador) o baloxavir. Para el COVID-19, si no hay Paxlovid, puede que te ofrezcan remdesivir (por vía intravenosa) o molnupiravir, aunque estos son menos efectivos o tienen más efectos secundarios. En muchos países, incluida España, los medicamentos se distribuyen por hospitales y farmacias hospitalarias. Llama a tu centro de salud o farmacia de referencia. No te desanimes. A veces, los medicamentos llegan con retraso. Mientras tanto, descansa, hidrátate y monitorea tus síntomas. Si empeoras, busca atención médica inmediata.