Plaquenil: Todo sobre usos, efectos y datos clave del medicamento

Plaquenil: Todo sobre usos, efectos y datos clave del medicamento jul, 14 2025

¿Sabías que un medicamento desarrollado en 1955 para tratar la malaria ha terminado siendo un pilar en el tratamiento de enfermedades autoinmunes como el lupus y la artritis reumatoide? No estamos hablando de una medicina cualquiera. Plaquenil es uno de esos fármacos que muchas personas conocen, pero pocos entienden bien para qué sirve o si de verdad es seguro tomarlo por años. Más allá de su fama reciente en medios y memes, aquí hay una historia bastante alucinante mezcla de ciencia, polémica, anécdotas y datos concretos. Hoy, si tu reumatólogo o tu madre mencionan hidroxicloroquina, te sorprendería la cantidad de pacientes que suspiran aliviados... o preocupados, según la experiencia.

¿Qué es Plaquenil y para qué se utiliza?

Plaquenil es el nombre comercial de la hidroxicloroquina, una molécula sintetizada originalmente para luchar contra la malaria. Parece de otro siglo, pero aún hoy la Organización Mundial de la Salud la considera medicamento esencial. Sin embargo, su revolución llegó al descubrir que calmaba los brotes del lupus eritematoso sistémico y la artritis reumatoide. ¿Por qué funciona aquí? Porque Plaquenil no actúa solo contra parásitos: modula el sistema inmune, ayudando a que el propio organismo ataque menos sus propios tejidos. Eso no lo logra cualquier pastilla de la farmacia. Tan solo en España, miles de personas dependen de la hidroxicloroquina para evitar hospitalizaciones y nuevos brotes. Los médicos suelen recetarlo para enfermedades crónicas como el lupus, artritis reumatoide y, en algunos casos menos frecuentes, para ciertas manifestaciones de la dermatomiositis y artritis juvenil. Lo curioso es que no es de efecto inmediato: algunos pacientes deben esperar varias semanas hasta notar la mejoría. Es una carrera de fondo. Si alguna vez has acudido a una consulta de reumatología y has visto a gente con pastillero de múltiples colores, es bastante posible que Plaquenil esté entre sus comprimidos diarios.

Aquí va un detalle que no todo el mundo conoce: para los médicos, Plaquenil es un “inmunomodulador”. Eso quiere decir que no apaga el sistema inmune como lo haría un inmunosupresor fuerte, sino que baja su volumen a niveles tolerables. En enfermedades autoinmunes, esa diferencia es vital, ya que permite mejores defensas frente a infecciones. También es uno de los pocos medicamentos para el lupus seguro durante el embarazo, algo que no todos pueden decir.

Pero la historia moderna de Plaquenil dio un giro inesperado en 2020. Durante la pandemia de COVID-19, se puso el foco sobre este fármaco por estudios preliminares que apuntaban a una posible utilidad contra el virus. Muy rápido, diversos ensayos rigurosos descartaron cualquier beneficio para COVID-19, y la propia Agencia Española de Medicamentos advirtió de sus riesgos fuera de las indicaciones aprobadas. Muchas farmacias, por si tienes curiosidad, sufrieron escasez y algunos pacientes con lupus vieron peligrar su suministro por el pánico colectivo. Hoy la situación se ha estabilizado. Aquí tienes una tabla rápida con algunos datos reales y actuales:

Usos principalesPoblación estimada en España (2023)
Lupus eritematoso sistémico+45.000 personas
Artritis reumatoide+200.000 personas
Malaria (excepcional)<400 casos/año
Ventajas, riesgos y mitos sobre el uso de Plaquenil

Ventajas, riesgos y mitos sobre el uso de Plaquenil

Cuando preguntas a los pacientes sobre Plaquenil, muchos agradecen su eficacia y tampoco es que produzca los temidos efectos secundarios de otros fármacos “duros”. Sentirse mejor, controlar el dolor y poder ir al trabajo o caminar sin tantísima fatiga ya es mucho. Además, este medicamento es barato comparado con otras alternativas biológicas cuyo precio, en España, puede superar los 2.000 € al mes. Plaquenil, de hecho, ronda los 10 a 15 € por caja (unos 60 comprimidos), aunque la mayoría de enfermos crónicos lo recibe por el sistema público. El acceso es bueno, y eso ayuda a bajar la ansiedad ante brotes o recaídas graves.

Sobre su seguridad, aquí hay matices. La hidroxicloroquina rara vez provoca problemas graves, pero si el uso es continuado pueden aparecer efectos en la vista, especialmente en la retina. Por eso, todos los pacientes deben hacerse revisiones oftalmológicas anuales. Son cinco minutillos con el especialista, pero evitan disgustos que pueden afectar para siempre. Otros posibles efectos incluyen molestias gastrointestinales, manchas marrones en la piel o una rara reacción cutánea. Pero… ¿daños mayores? Muy poco frecuentes. No es raro escuchar historias de pacientes que llevan tomando Plaquenil una o dos décadas sin problemas. A mi gato Arume le encantaría que los revisases a ellos igual, pero por suerte los mininos no tienen lupus.

Merece la pena aclarar: no todos los remedios caseros, dietas milagrosas o promesas que ves en foros sustituyen la función de Plaquenil. El riesgo más grande viene de suspender el tratamiento sin supervisión. Hablando claro, es uno de los pocos fármacos cuya interrupción súbita puede disparar brotes severos que terminen en urgencias. Por eso, aunque hay personas que lo “pausan” porque se sienten bien, es una idea poco recomendable. Suele ser necesario combinar Plaquenil con otros tratamientos (corticoides, inmunosupresores, antiinflamatorios), según lo que dicte el médico y los síntomas de cada persona. No hay atajos mágicos.

La relación de Plaquenil con la alimentación es otra pregunta frecuente. No existen pruebas sólidas de que debas eliminar algún alimento. Salvo raras alergias, puedes seguir comiendo de todo. Pero sí es clave mantener el control de los chequeos médicos (sangre, vista, valorar fatiga) porque es fácil pasar por alto los problemas si uno se relaja demasiado. Una buena comunicación con el médico y la enfermería hace que los sustos sean muy raros.

Consejos prácticos y curiosidades si tomas Plaquenil

Consejos prácticos y curiosidades si tomas Plaquenil

Vivir con una enfermedad autoinmune ya es bastante lío… añadir una rutina de pastillas tampoco ayuda. Con el Plaquenil hay unos cuantos trucos que pueden facilitarte el día a día. Por ejemplo, casi siempre se recomienda tomarlo con las comidas, ya que así se evitan molestias estomacales muy típicas al principio del tratamiento. Un truco que me contaron varias veces: nunca te saltes el desayuno, y acompaña la pastilla de algo sólido, aunque sea una tostada con tomate. Así el cuerpo lo asimila mejor. Si viajas o tienes un día agitado, no olvides llevar la dosis contigo: aunque en farmacias suelen tenerlo, a veces en locales rurales pueden quedarse sin stock temporalmente.

  • Sigue las revisiones oftalmológicas anuales. Si notas visión borrosa o destellos raros acude antes.
  • No suspender el medicamento sin motivo clínico real. Cambios solo bajo supervisión médica.
  • Guarda siempre alguna caja de reserva si tienes enfermedades de base y vives en zonas rurales.
  • Informa a tu médico de otros fármacos que tomas: hay interacciones pequeñas pero relevantes, como con ciertos fármacos usados en cardiología (azitromicina, amiodarona, etc).

No te dejes llevar por campañas alarmistas de internet, sobre todo tras la locura de la pandemia. La evidencia científica es bastante sólida: Plaquenil es seguro y útil en las indicaciones aprobadas. Por cierto, difícil que consigas receta si nunca has pasado por diagnóstico de lupus o patologías autoinmunes. Una curiosidad: se investiga ahora si en dosis más bajas podría ayudar en algunas formas leves de fibromialgia, aunque los estudios aún no han sacado conclusiones claras.

Ah, y si tienes animales en casa, tranquilo: el Plaquenil solo es para humanos. Mi gato Arume nunca necesitará una visita al reumatólogo, aunque se pase media tarde echando la siesta como si tuviera fatiga crónica. Si notas algo raro (fiebres, manchas, visión doble), comunica rápido a tu sanitaria de referencia. La comunicación, más que las pastillas, suele marcar la diferencia a largo plazo.

No hay que entrar en pánico ni obsesionarse con los efectos secundarios leídos en foros escabrosos. La clave, siempre, está en la constancia: tomarlo como debe, hacer tus chequeos, preguntar dudas y seguir con tu vida. Si te preguntas por el futuro: Plaquenil sigue siendo la apuesta segura, aunque la investigación nunca se detiene. Quién sabe, igual dentro de unos años inventan una pastilla que hasta anime a Arume a perseguir ratones otra vez.